lunes, 22 de febrero de 2021


 La brecha digital generacional en el ámbito educativo

Hipólito César Vilca Panti

A partir de las preguntas formuladas en el artículo de Suárez-Guerrero et al. (2020) denominado Preguntas educativas para la tecnología digital como respuesta, planteo lo siguiente: ¿la brecha digital generacional es un argumento para que los docentes nos limitemos en realizar nuestra práctica pedagógica? Como se sabe, en el contexto peruano, quienes ejercen esta profesión pueden llegar a contar con 65 años e, incluso más edad, en el ámbito universitario. En ese sentido, según Loo (2020), se caracterizan por estar preocupados por la salud e interesados en el mundo digital, aunque no muy habituados a su uso. Por ejemplo, ocasionalmente, utilizan alguna red social como Facebook y pueden buscar alguna información en Google. En el caso de quienes pertenecemos a la generación X o Y, aunque uno de nuestros más grandes objetivos es trabajar como sustento de una familia, de acuerdo con Valverde-Alcívar et al. (2017), tenemos un mayor acercamiento con el uso de las tecnologías e, incluso, hay quienes podemos estar a la par con los estudiantes. Sin embargo, el empleo de las TIC en el ámbito educativo es un tanto distante para muchos, puesto que fuimos educados de manera tradicional para ser docentes, no las entendíamos y no quisimos salir de la zona de confort cuando impartíamos una sesión, rechazamos implementarlas por considerar que nos restaban tiempo o que eran un abuso por parte de las autoridades educativas, todo lo cual se sintetiza en expresiones como la que sigue: “Yo ya no estoy para eso”.

Ante ello, considero que la brecha digital generacional no puede ni debe limitarnos cuando realicemos nuestra labor. A pesar de nuestra edad y, por consiguiente, de algunas dificultades propias en el uso educativo de las tecnologías, sostengo esto con dos argumentos. El primero es la necesidad de lograr el objetivo que nos planteamos. Cuando diseñamos una sesión de clase, entre otros aspectos, debemos pensar en cómo alcanzarlo (Freire-Quintana et al., 2018). Es así que, como parte de nuestro quehacer, recurrimos a un abanico de posibilidades. En un caso particular, antes, tal vez solo era suficiente el uso de una pizarra, un papelógrafo o unas diapositivas para la presentación del contenido cuando las clases se impartían en un ambiente físico. Hoy, cuando estas sesiones son remotas, lo anterior no funciona ni basta en un contexto virtual, más aún si este abanico de herramientas es mucho más grande: Genially, Prezi, Canva, etc. Por lo tanto, es fundamental conocerlas, no necesariamente todas, pero sí en buena medida para lograr nuestro propósito. Así, en otro caso, en lugar de pedir a los alumnos que “salgan a la pizarra” para pegar la idea que escribieron en su Post-it, les podremos pedir que, a través de Mentimeter, realicen lo mismo, pero con el uso educativo de esta tecnología, la cual ahorra tiempo, y es más funcional y motivadora. El segundo argumento en el que me baso es la innovación. Este término significa que introduzcamos modificaciones en la manera de hacer las cosas para que el resultado sea mejor (Aguiar et al., 2019). En otras palabras, como docentes que somos, no podemos conformarnos con nuestros logros, sino aspirar a que podemos conseguir más. Para ello es imprescindible nuestro deseo de querer superarnos, no por la presión de una pandemia ni por nuestras autoridades educativas, sino por pasión y vocación. Es así que considero muy acertado que decidamos capacitarnos, puesto que supone la pretensión que tenemos de no estancarnos y continuar conociendo nuevas herramientas tecnológicas. A partir de las experiencias compartidas en estas circunstancias de sesiones a distancia, estoy seguro de que, a la mayoría, sino a todos, nos ha fomentado el deseo de investigar e implementar en nuestras clases aquella herramienta que algún compañero compartió en las reuniones, acorde al objetivo que tengamos, como es el caso de Jamboard. Incluso, quién sabe, alguno vaya más allá todavía y cree una nueva herramienta para aplicarse en la educación.

A partir de la reflexión anterior, ¿cómo se podría acortar esta brecha? Si bien es cierto que la conectividad y el contar con dispositivos adecuados son fundamentales para esto, de acuerdo con Albernar-Cabrera y Santos-Montalvo (2020), los docentes de más edad tienen que asumir el reto que se demanda en la actualidad para ejercer la práctica pedagógica con la implementación de las TIC en el proceso de aprendizaje. En consonancia con ello, como propuesta, resulta muy importante la formación continua a corto y a mediano plazo a través de capacitaciones que tomen en cuenta sus características como el que necesitan un poco más de tiempo para aprender a usarlas, así como la naturaleza del curso que imparten y sus objetivos. En ese sentido, no se les puede “atiborrar” con un sinfín de información, recursos o herramientas tecnológicas, sino que estas capacitaciones deben contemplar, por ejemplo, algunas herramientas esenciales de uso más accesible para ellos, al comienzo, a fin de que, posteriormente, puedan aprender otras más complejas de forma paulatina. Además, es muy enriquecedor que puedan contar con un acompañamiento de docentes que tengan mayor pericia en el uso educativo de las TIC, y pueda haber espacios para compartir sus dudas y experiencias vividas.

Referencias

Aguiar, B. O., Velázquez, R. M., & Aguiar, J. L. (2019). Innovación docente y empleo de las TIC en la Educación Superior. Revista espacios40(2). Recuperado de http://www.ub.edu/obipd/innovacion-docente-y-empleo-de-las-tic-en-la-educacion-superior/

Albernar-Cabrera, I.E., & Santos-Montalvo, N. R. (marzo, 2020). El docente adulto mayor; una arista de la brecha digital en la universidad contemporánea. Trabajo presentado en el XIII Congreso Internacional Informática en Salud 2020. La Habana, Cuba. Recuperado de http://www.informaticahabana.cu/sites/default/files/ponencia-2020/SLD087.pdf

Freire-Quintana, J. L., Páez-Quinde, M. C., Núñez-Espinoza, M., Narváez-Ríos, M., & Infante- Paredes, R. (2018). El diseño curricular, una herramienta para el logro educativo / Curriculum design, a tool for educational achievement. Revista De Comunicación de la SEECI, (45), 75-86. https://doi.org/10.15198/seeci.2018.45.75-86

Loo, Z. (2020). La ansiedad a causa de la brecha digital generacional en los adultos mayores de 65 a 75 años en el distrito de Santiago de Surco [Tesis de Licenciatura, USIL]. http://repositorio.usil.edu.pe/handle/USIL/9912

Suárez-Guerrero, C., Rivera-Vargas, P., & Rebour, M. (2020). Preguntas educativas para la tecnología digital como respuesta. Edutec. Revista Electrónica de Tecnología Educativa, (73), 7-22. https://doi.org/10.21556/edutec.2020.73.1733

Valverde-Alcívar, M., Nivela-Cornejo, A., & Espinosa-Izquierdo, J. G. (2017). Docentes y estudiantes, la brecha generacional digital. Espirales. Revista multidisciplinaria de investigación, 1( 7), 64-68. http://dx.doi.org/10.31876/re.v1i7.228


 

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