Ensayo
Entornos virtuales de aprendizaje y sus ventajas en la universidad
Hipólito César Vilca Panti
A
fines de la década de los 90, Internet resultaba un gran aliado en la búsqueda
de información para los universitarios que estaban familiarizados con buscar
libros en un fichero y completar los datos en una hojita para acceder a uno de
ellos. Es que resultaba bastante novedoso que, con tan solo digitar una palabra
en el buscador Altavista, se pudiese encontrar un sinfín de informaciones en
cuestión de segundos. Hoy, en el 2018, esto es habitual y, desde aquel entonces,
se fueron desarrollando otros motores de búsqueda como Google, redes sociales como Facebook,
portales de audio y sonido como Youtube,
tiendas virtuales como Amazon, juegos
en línea como Candy Crush y
aplicaciones para alojar información como Onedrive,
entre otros, de los cuales se puede disponer no solamente en una computadora,
sino también en una tablet o un
celular. En el contexto educativo, también hubo un desarrollo considerable con
respecto a la tecnología, por lo que no se puede ser indiferente a ella. Por el
contrario, los docentes deben saber emplearla para diversos fines vinculados
con el área. Al respecto, algunas herramientas con las que se puede contar son
los entornos virtuales de aprendizaje, los cuales son muy útiles en este
ámbito. Precisamente, en este ensayo, se pretende reflexionar acerca de su
concepto y de las ventajas que ofrece en la universidad.
Sobre
los entornos virtuales de aprendizaje, Chan (2004) afirma que son espacios en los
que se produce una interacción sincrónica y asincrónica. Esto quiere decir que,
a partir de un programa curricular, se logran los aprendizajes mediante un
sistema que permite su administración, ya sea que tenga lugar en el mismo
tiempo, pero no necesariamente en la misma ubicación, o que ocurra de manera
independiente al tiempo real. Además, García, Ruiz y Domínguez (2007) señalan
que los entornos virtuales de aprendizaje son espacios alojados en Internet que
se emplean para administrar y realizar un seguimiento a las actividades de aprendizaje,
así como para evaluar el proceso y el producto logrado. Por lo tanto,
constituyen otra alternativa para que los docentes puedan desempeñar su rol educativo
de orientador con la ayuda de la tecnología, lo que, en definitiva, le ofrecerá
múltiples ventajas. Por su parte, Cruz, Hiraldo y Estrada (2010) sostienen que existen
una variedad de entornos virtuales. Sin embargo, tienen determinados elementos en
común. Generalmente, tienen una página de bienvenida donde se colocan los
anuncios y una barra de navegación. Asimismo, presentan unidades de aprendizaje
donde se pueden encontrar los materiales de aprendizaje, foros, wikis o
evaluaciones. Por otro lado, estos espacios virtuales se pueden clasificar en
comerciales y libres. Entre los primeros, cuyo acceso es pagado y se asocia más
al uso corporativo, destacan Blackboard,
First Class y eCollege. Entre
los segundos, cuyo acceso es abierto al público en general por no necesitarse
una membresía si se utilizan solo las propiedades básicas, se puede mencionar a
Symbaloo, Atutor, Chamilo, Dokeos y Moodle, entre otros.
Por
otra parte, los entornos virtuales de aprendizaje presentan varias ventajas en
el ámbito universitario. Primero, para Santos (2018), permiten que se amplíe el
espacio de interacción entre el docente y los estudiantes, dado que la parte
virtual de la clase, cual fuese su modalidad, se puede realizar en cualquier
lugar y ya no es necesario que haya un desplazamiento hasta el campus. Segundo,
posibilitan que el profesor y los alumnos cuenten con una flexibilidad en sus
horarios, ya que las actividades se pueden efectuar en cualquier momento según
el cronograma establecido. Tercero, promueven el desarrollo de habilidades
cognitivas como la previsión, la planificación, la deducción, el análisis y la
autoevaluación, entre otras, las cuales son muy útiles en la universidad.
Cuarto, posibilitan el acceso a la información mediante el contenido ´subido´ a
la plataforma en forma de videos, diapositivas o lecturas, o al incentivo de su
búsqueda en otros espacios físicos o digitales, así como a la gestión del
conocimiento a través de las distintas actividades que se propongan como la
creación de un ensayo o una reseña en una wiki. Quinto, según López (2015), estimulan
el trabajo colaborativo; es decir, promueven que el estudiante pueda trabajar
de manera conjunta y coordinada con sus compañeros de equipo para lograr un
objetivo en común. Sexto, acercan a los estudiantes al uso de las herramientas
tecnológicas, lo cual logra modificar en ellos la noción de que la tecnología
solo se emplea como un medio de entretenimiento y que, más bien, se puede
utilizar para fines académicos. Séptimo, permiten la interacción entre el docente
y los alumnos, y entre los mismos estudiantes mediante chats para formular
alguna pregunta o foros para discutir algún tema. Octavo, posibilitan que las evaluaciones
se puedan aplicar virtualmente según el tipo de prueba como cuestionarios
online, participación en los foros, redacción de trabajos o envío de tareas, de
modo que, en todos los casos, el docente tiene la oportunidad de ofrecer una
retroalimentación.
En
conclusión, en este texto, se ha reflexionado acerca de los entornos virtuales
de aprendizaje. Estos son espacios en Internet que permiten la interacción
sincrónica y asincrónica, y permiten administrar y realizar un seguimiento al
logro de los aprendizajes. Además, se ha destacado que sus principales ventajas
en la universidad se relacionan con la flexibilidad del espacio y del tiempo,
el desarrollo de habilidades cognitivas, el trabajo colaborativo, el manejo de
información y la gestión del conocimiento, y la evaluación, entre otras. Al
respecto, si bien este ensayo se vincula con el ámbito universitario, los
entornos virtuales de aprendizaje también se pueden emplear en la educación
básica, posiblemente con los EVA de tipo libre, de tal forma que constituya un
vehículo de inclusión y de metodología activa. Asimismo, es recomendable que el
docente no se mantenga apartado del uso de estas plataformas en sus clases y,
más bien, las deba considerar como otra alternativa que le permita lograr los
aprendizajes en sus estudiantes.
REFERENCIAS
Chan,
M. (2004). Tendencias en el diseño educativo para entornos de aprendizaje
digitales. Revista Digital Universitaria, 10(5), 2-26. Recuperado de https://bit.ly/2J7BxF3
Cruz, M., Hiraldo, R. & Estrada, V. (2010). El
aprendizaje virtual y la gestión del conocimiento. Estudio de caso de la
Universidad Abierta para Adultos, UAPA, República Dominicana. Boletín IESALC Informa. N.o 208. Recuperado de https://bit.ly/2JqAlgn
García, L., Ruiz M. & Domínguez, D. (2007). De la educación a distancia a la educación virtual. Barcelona:
Ariel.
López, C. (2015).
El desarrollo de competencias profesionales en los Entornos Virtuales de
Aprendizaje en ingenierías. El caso de la ingeniería en informática (tesis
de doctorado). Universidad de Granada. Recuperado de https://bit.ly/2SzPlMO
Santos, B. (2018). 9 características principales del
ambiente virtual de aprendizaje. Hotmart/Blog.
Recuperado de https://bit.ly/2OWTRXI
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